opinón, diversión e información

participa, infórmate, comenta, opina y reacciona sobre las noticias más cercanas y que más te afectan de Peñarroya-Pueblonuevo

jueves, 16 de febrero de 2012

Retrospectiva de la Andalucía democrática por Rojas-Marcos

Entrevista realizada por Ignacio Martínez. Director adjunto del Grupo Joly, en El Día de Córdoba de hoy
El líder andalucista atribuye a su pacto con Suárez que se desbloqueara la autonomía andaluza. Y lamenta el segundo gobierno de coalición del PA con el PSOE, que considera un desastre.
Alejandro Rojas- Marcos (Sevilla, 1940) fundó en los años 60 el germen de lo que hoy es el Partido Andalucista. Durante el franquismo tuvo primero forma de sociedad anónima. En 1973 fue Alianza Socialista de Andalucía. Y en el 76 se constituyó el Partido Socialista de Andalucía, gran animador de la autonomía, pero siempre el cuarto partido en el arco parlamentario andaluz. Ha sido diputado en el Congreso y en el Parlamento andaluz, y alcalde de Sevilla.
-Sin ustedes, sin el PSA de entonces, ¿Escuredo habría existido?
-No habría existido ni el anverso ni el reverso del fenómeno Escuredo. Su figura política está vinculada íntimamente a nosotros. Cuando su partido lo lanza, él que es un tipo listo e inteligente, ve que hay un filón andaluz. Y se lo cree.
-Se lo cree y se lo queda.
-Ellos tenían muchos medios. Él tuvo una conversación apasionante conmigo en el Congreso. Con la gracia que tiene: “Alejandro, vente ya con nosotros, ¿tú que quieres, ser ministro? Lo que tú quieras. No te das cuenta de que si tú dices una vez ‘Viva Andalucía libre’ o ‘Viva Blas Infante’ yo lo voy a decir cien veces y con más decibelios. Os voy a echar del mapa”.
-Y ustedes, que no se integraban.
-Yo le dije, puede que nos eches del mapa, pero si no lo haces del todo y queda un rescoldo, todo lo que estás haciendo será un beneficio para nosotros. Y en el momento en el que tus compañeros crean que nos has echado del mapa, del primero que van a prescindir es de ti.
-Fue lo que pasó. 
-Su partido se creyó que estábamos fuera de combate, a él lo tiraron como a un kleenex, y nosotros renacimos más tarde con diez diputados en el Parlamento andaluz, con la Alcaldía de Sevilla, además de la de Jerez… Y la vuelta al Congreso de los Diputados.
-Después han hecho cosas juntos.
-Sí y precisamente en un momento en el que su partido no le tiene en cuenta para nada. Un día decidimos hablar con Clavero y Pimentel y creamos Andaluces levantaos. Y él, que estaba abandonado en su partido, bastó que se metiera en esto para que su partido lo llamara para todo. La biografía de Escuredo sin nosotros no sería nada.
-Seducción y celos. Como en el amor.
-Ramón Tamames me citó una vez en una conferencia: la política es un subproducto del amor.
-Su partido tuvo grandes momentos de éxito: los cinco diputados en el Congreso en el 79, los 10 diputados en el Parlamento andaluz en el 90. Dos veces la Alcaldía de Sevilla, la de Jerez, ocho años en el Gobierno andaluz…
-Y dos diputados en el primer Parlamento catalán, con la derecha de Fraga fuera. Fue increíble.
-Oportunidades han tenido…
-Esto es como la chimenea con la leña. Hay leña que tarda en encender, pero luego no hay quien apague las brasas. Y hay otra que arde muy rápidamente, pero es muy efímera. Y nuestros éxitos han sido de llamaradas, de ocasión. Es lo que magnifica los errores.  Los demás han cometido los errores, pero tenían más margen.
-¿Fue un error el pacto con Martín Villa para desbloquear la autonomía andaluza por el artículo 144 de la Constitución?
-En primer lugar el pacto no fue con Martín Villa, sino personalmente con el presidente Suárez. Martín Villa fue el ministro que habló. En segundo lugar, eso es lo más grande que ha hecho el Partido Andalucista. Sin eso, que desbloqueaba el referéndum del 28-F, que se perdió, Andalucía no tendría autonomía. Aquella noche todo el mundo tiró la toalla, menos nosotros. Dos meses antes la UCD y el PSOE habían pactado que se acababan las autonomías. Después de haber cerrado los referéndum de Cataluña, País Vasco y Galicia, el nuestro lo ponen en unas condiciones que eran insalvables, como así fue.
-Y ¿fue un error en las primeras elecciones municipales coger la alcaldía de Sevilla en vez de las de Granada y Huelva?
-Lo anterior cien veces que hubiese ocurrido lo habría repetido, lo de la Alcaldía de Sevilla, era lo lógico. No me imagino a ningún partido cogiendo Gerona, Lérida y Tarragona en vez de Barcelona. Pero si yo llego a saber lo que iba a pasar, no lo hago.
-¿La autonomía ha resultado como usted pensó que iba a ser?
-Ha sido una autonomía secuestrada por el partido gobernante.
-El PA ha participado en el secuestro. Porque cuando se dio la oportunidad, entró en el Gobierno.
-En el Gobierno con el PSOE éramos un partido minoritario muy poquita cosa.
-¿No está orgulloso de la experiencia?
-Estoy orgulloso de los primeros cuatro años. La segunda legislatura fue un desastre.
-¿Le ha perjudicado al PA su paso por el Gobierno?
-El segundo mandato, sí.
-Pero entraron en el Gobierno después de la pinza…
-Antes, yo le propuse al PP y a IU echar al PSOE, pero no quisieron ni oír hablar. No hubo ni una reunión preliminar. Salieron tan quemados de la entente que habían tenido entre el 94 y el 96, que  ni escucharon siquiera. Pero habría sido muy interesante echar al PSOE entonces.
-Sus peleas con Pacheco han sido épicas.
-No hemos tenido más peleas que los demás.
-Pero Pacheco ha sido el mejor y más habitual candidato de su partido a la Junta.
-En el PSOE hubo una guerra de Llopis contra los jóvenes, en el PNV Garaikoetxea por un lado y Arzalluz por otro… Y al fin y al cabo ahora no hay dos partidos andalucistas. Está el PA y una persona que no encajó.
-¿La clase política actual es peor que la de la Transición?
-No lo creo. Lo que pasa es que en la clandestinidad la gente lo daba todo a cambio de nada y hoy día en política nadie hace eso.
-¿Sigue siendo necesario un partido nacionalista en Andalucía?
-Desde luego. Puede ser el actual PA, que está vivo, aunque no lo reflejen los medios. Y si está muerto habría que enterrarlo, para que no pueda ser utilizado por nadie. Pero para Andalucía es imprescindible tener partidos propios.
-¿Han cumplido su misión?
-Lo más importante es que trajimos la autonomía. Y si no es por nosotros no habría habido ni autonomías de segunda, cosa que se hizo para compensar a los demás por la nuestra. Y así vino el café para todos, que en el fondo perjudicó a Andalucía.

1 comentario: