Expósito le ha fallado a Peñarroya-Pueblonuevo
La oportunidad de José Ignacio Expósito, delegado en funciones de la Junta en materia de medio ambiente, se ha esfumado. Nos hubiera gustado haber contado bondades de la utilidad de Expósito en el cargo que abandona aparte de un posado con un cernícalo en una suelta de aves; pero no ha abordado la manida descontaminación del cerco industrial y sólo ha traído a Peñarroya-Pueblonuevo arbolitos y reproches, utilizando su posición para atacar, con este tema, a la corporación municipal y poco más. Este mitinero de aldeas y pueblos pequeños, ha retornado a nuestra ciudad, más veces, para pegar carteles electorales que para entenderse con la alcaldesa y ha sido patente lo obvio, y es que los intereses del partido que le da de comer son más importantes que Peñarroya-Pueblonuevo. Quizás, si tuviera su puesto de trabajo al margen de la política, hubiera defendido el bien común de los peñarriblenses con verdadera independencia como ciudadano que desea mejorar el sitio donde vive, en vez de servir de estilete en una guerra que nadie comprende.
Desde nuestra opinión, Expósito, ha sido uno de los claros ejemplos de la forma de gestionar del PSOE de Durán y de cómo seleccionar a los responsables y aunque a la mayoría de los ciudadanos ni le importa saber si de verdad es veterinario o si se lo inventa, lo que es claro es que no se tomaron en serio su nombramiento desde el criterio del mérito. Expósito es un político poco valorado y tras su paso por niveles superiores, ya no se espera nada más de él; porque los hechos que le avalan serán un lastre toda su carrera. En todo caso, es conveniente que no se vaya muy lejos, por si se le requieren explicaciones acerca de sus responsabilidades como segundón de Luisa Ruíz. En la foto: el cernícalo de Expósito
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